“Internet no debe ser un obstáculo para los autores”
José Jorge Letria es un famoso escritor y periodista portugués que también es miembro del comité ejecutivo de Writers & Directors Worldwide. Además, es presidente de la Sociedad Portuguesa de Autores y aporta con regularidad sus observaciones de experto en el periódico más destacado en Portugal, Público. En su último artículo, Letria comparte la opinión del creador sobre la petición dirigida a Jean-Claude Juncker instando a la Comisión Europea a resolver el problema de la transferencia de valor a las plataformas digitales.
¿Qué hace que autores de repertorios tan diferentes como el cine, la música, el teatro y la literatura firmen una petición dirigida a Jean-Claude Juncker instando a la Comisión Europea, que parece tan perdida en esta Europa dividida y en crisis, a adoptar medidas urgentes para evitar hacer peligrar al sector cultural europeo y su legítima capacidad de generar riqueza como consecuencia de la transferencia de valor a las plataformas digitales? En total, estamos hablando de más de mil firmas de celebridades como Ennio Morricone, Charles Aznavour, Albert Uderzo, Pedro Almodóvar y Andrea Bocelli, además de decenas de personalidades portuguesas muy respetadas en este ámbito que también quisieron hacer pública su opinión crítica, principalmente a través de la iniciativa lanzada por la SPA para recoger firmas y enviarlas a la Comisión Europea y a la Agrupación Europea de Sociedades de Autores y Compositores (GESAC), de cuyo consejo es miembro la cooperativa de autores portugueses y cuya sede está en Bruselas. El objetivo es lograr un intercambio de valor adecuado en Internet, sin la apropiación de grandes repertorios protegidos para una extendida utilización en línea. Las principales compañías que operan en este ámbito creen que están protegidas por un régimen de exención en la legislación europea que dificulta el pago adecuado y equitativo a los creadores. La SPA, principalmente gracias a su papel en la GESAC, en Bruselas, ha estado apoyando esta lucha y consiguiendo toda la ayuda posible para hacerla visible y digna de un amplio debate. Podemos decir que esta fue una de las mayores movilizaciones jamás logradas por una estructura transnacional de sociedades de autores, a pesar de encontrarnos en un momento político delicado, con la materialización del Brexit y el comienzo del verano, que es cuando los creadores y artistas se sumergen en las actividades que les permiten vivir del arte y de la cultura que crean y difunden. Incluso los autores que habitualmente no participan en este tipo de iniciativas, rápidamente anunciaron que apoyan esta causa y manifestaron que están dispuestos a seguir luchando por una causa que necesita su energía y solidaridad. El ámbito de Internet debe ser equitativo para aquellos que crean cultura y arte; de lo contrario, estará generando una riqueza que no le pertenece. Por ello, la Comisión Europea no puede ignorar un problema que no es compatible con las ambigüedades habituales de su comportamiento institucional en lo que se refiere a lograr y crear un equilibrio entre los intereses nacionales y los intereses del sector.
“El ámbito de Internet debe ser equitativo para aquellos que crean cultura y arte; de lo contrario, estará generando una riqueza que no le pertenece.”
Jean-Claude Juncker, responsable de fijar objetivos de déficit presupuestario para penalizar a aquellos que no merecen ser castigados, debe ser consciente de la situación y encontrar la manera correcta de solucionarla. En este sentido, la Unión Europea ha revelado la vulnerabilidad de algunos aspectos fundamentales de su actividad. Incluso ha apoyado a muchos de los que, al hacer posible que la lógica del Brexit triunfe, han perjudicado la vida cultural europea, especialmente la de Reino Unido, un país cada vez más frágil y dudoso sobre su futuro, con la voluntad de Escocia de por medio. Juncker y su equipo saben lo influyentes que son las principales personalidades de la cultura cuando se trata de ayudar a modelos debilitados por contradicciones incurables y los conflictos sistémicos perduran. Los nombres que se destacan en estas miles de firmas nos hacen reflexionar sobre lo que podría ser Europa en los próximos años si el proyecto de la Unión logra resistir y sobrevivir, y siempre deberíamos tener esto en cuenta. Los nombres destacados por esta petición son muy respetados y representan, en su estimulante diversidad, una buena parte innegable de la vida cultural de este continente, que aún dista de ver los signos de paz y seguridad en el horizonte que lo tranquilizará y que (nos) ofrecerá una garantía perenne de futuro.
Por José Jorge Letria
Escritor, periodista y Presidente de la Sociedad Portuguesa de Autores (SPAutores)
